Loa elefantes
Son animales mamíferos, exclusivamente herbívoros cuya característica principal –además del gran tamaño– es su larga trompa y sus enormes orejas. Se organizan en manadas de unos 20 miembros, miden casi 4 metros los ejemplares más grandes y pueden llegar a pesar más de 6.000 kilos.
Los elefantes también poseen colmillos, que en realidad son incisivos; salen de su mandíbula superior y crecen curvos a los lados de la trompa. Les sirven para abrir camino, marcar árboles (una forma de señalar su territorio), escarbar y para atacar y defenderse en caso necesario. Los colmillos de elefante son una gran fuente de marfil, pero debido a la creciente rareza de los elefantes, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales. Sin embargo, al no existir los recursos necesarios para conseguir que se cumpla la ley, se sigue comerciando con los colmillos de los elefantes en el mercado negro. Esto implica que la matanza de elefantes de forma desaforada sigue teniendo lugar en la actualidad para alcanzar semejante finalidad.12 Los colmillos del elefante pueden pesar hasta 120 kg y tener hasta 3 m de longitud, aunque lo normal es que midan menos de un metro. Estos colmillos no son dientes caninos, sino incisivos extremadamente largos y el marfil es la dentina que los forma.
Otra de las características principales de los elefantes es que poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático). La principal función de estas orejas es la termo regulación del animal. Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que en animales de ese volumen sería difícil conseguir por otros medios. También es capaz de percibir sonidos infrasónicos, lo cual le permite comunicarse con individuos situados a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos, con frecuencias de tan solo cinco hercios (imposibles de escuchar para el hombre), se transmiten por aire y tierra, pudiendo ser detectados mediante las patas antes de llegar al oído del animal, al ser la velocidad de propagación del sonido mayor en el suelo que en el aire. Este desfase en la recepción del sonido podría servir al elefante para estimar la distancia a la que se encuentra su congénere.
El elefante en la guerra
a industria del hombre y el furor por hacer daño a sus enemigos hizo que emplease este enorme cuadrúpedo en la guerra, armándole de diferentes modos, entre ellos unos castilletes o torres de madera, desde donde cierto número de guerreros disparaban armas arrojadizas. Heliodoro fija el número de soldados que montaba la torre en seis. De todos modos, puede juzgarse el daño que haría esta especie de fortificación movible, pues además de las flechas y dardos que despedían sus defensores, el elefante hacía también uso de la trompa, puesto que según algunos historiadores, este animal se aficiona mucho a los ejercicios bélicos.
La primera vez que le vemos aparecer en escena en la historia militar es en la batalla de Arbela o Arbella (Siria) año de 331 a. C. en que Darío, rey de Persia, los presentó en número de 15 en el centro de su línea de batalla, contra Alejandro el Grande, el cual a pesar de esto, venció a su enemigo y le despojó del reino. El rey vencedor, como gran capitán, no dejó de aprovechar este elemento de guerra y los elefantes formaron en lo sucesivo parte de las falanges macedónicas. Heliano dice que los griegos organizaron militarmente el conjunto de elefantes de un ejército:
- la falange era el cuerpo principal, o sea 64 elefantes
- la calerarquia tenía 32
- la elefantarquia, 16
- la epitarquia, 4
De los mamíferos terrestres es el más grande ser, nos muestra capacidades sorprendentes, estas son formidables. Posee una estructura anatómica única, una capacidad de memoria enormemente desarrollada. Felicitaciones.
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